
Aunque nunca me gustaron demasiado los niños, lo reconozco, me habría encantado ser madre de una niña. Dar una hermanita a mi hijo me habría hecho muy feliz. El pobre estuvo hasta los 10 años preguntándome si iba a tener hermanos. A partir de esa edad, dijo que ya no quería, que prefería estar solo…jajajajaja…:)))…