La mía fue a los 6 ó 7 años. Lo confieso, me enamoré de Curro Jiménez. Ya apuntaba maneras en cuanto a lo que iban a ser mi gustos masculinos futuros. (Si eres joven y estás leyendo estas líneas, probablemente no sabrás quién era. Se trata de un bandolero que corría aventuras por los montes de Andalucía con pinta de auténtico macho alfa).
Y es que el amor llega sin esperarlo. Pero no me explico qué me transmitía a través de la pantalla. Cierto es que sólo había dos canales de televisión y yo, que era hija única, me aburría soberanamente.
Con el tiempo, ha terminado gustándome más su hijo, la verdad. Aunque, siendo sincera, en este momento de mi vida, si me pusieran a Brad Pitt por delante, ¡no daría ni medio paso!.
Cuando una relación termina, parece que te pasa una apisonadora por encima, ¡como para pensar en otra!. Y más, como está el mercado de divisas. ¡Ayyyy….las cosas que me cuentan las que sí están cada fin de semana paseándose por él!.
A estas alturas de mi partido, lo que queda libre no son las devoluciones, sino las taras. Y para taras, ya hay suficiente conmigo misma, con mis taritas y mis traumitas, ¿verdad?.
A otras edades, la cosa es diferente. Eva conoció el amor el mismo día de la sesión. Al ver a Alejandro, le empezaron a hacer los ojos chiribitas literalmente. Pretendía que le hiciera la sesión a los dos sin entender que era para ella sola. Pobre…si acababa de conocer al amor de su vida, ¿por qué no posar juntos?. Lo persiguió durante todo el almuerzo y le cogió algunas flores del campo. Él, unos años mayor que ella, confesaba que no la veía como posible candidata.
Eva es mi ídola. Tiene personalidad, seguridad y un punto de locuela.
Sí, lo reconozco, me encanta la gente que está un poco loca. La vida es mucho más divertida aliñada con un poco de insensatez. La única herencia que me dejó mi abuelo fue una vena de payasa de la que no me libro desde que nací. Ya recuerdan las compis de EGB (si naciste en los 90 y estás leyendo esto, te cuento que la EGB correspondía a la primaria actual) cómo se reían conmigo.
Y es que una de las pocas cosas gratis que hay en esta vida es la risa, así que ¿por qué desperdiciarla?. Recuerdo que de pequeña era una gran imitadora y mi madre me animaba a ir a la tele pero nunca me decidí. ¡Quién sabe si me hubiera hecho famosa…!.
Hace unas semanas, colgué en Facebook un autorretrato en clave de humor y el comentario unánime fue: ¡qué loca estás!. Y me digo…¿por posar así piensan que estoy loca?. Entonces…¿si me conocieran personalmente?…¡Ay, madre!…:))
Por eso, el cosmos quiso que naciera en Andalucía, porque ella tiene un color especial. Aquí todos somos ‘niños’ y ‘niñas’, la espontaneidad se transforma en alegría y se vive ‘mú’ bien. No sé si eso es estar loco, pero desde luego…¡bendita locura!.
Me gusta mucho reírme y, sobre todo, transformar los aspectos negativos de lo cotidiano en relatos que parecen salidos de una peli de humor negro.
Además, adoro a la gente que sabe lo que quiere y apuesta por ello hasta sus últimas consecuencias. Y así es ella. Si dice que no es que NO, cual sargento-coronel-comandante de la guardia civil. Pero, como te diga que sí…entonces eres capaz de derretirte. Te mira con esos ojazos y se te olvida todo lo que te ha negado hasta el momento. Nomalmente va a su bola, como debe ser. A veces, se entretiene sola y otras, sale corriendo para darle de comer a unos caballos, sin miedo.
Así que espero que cuando conozca a su primer amor adulto sea capaz de mantenerse firme como lo hace conmigo al verme con la cámara. Ojalá para esas fechas hayamos avanzado ya algunos pasos en nuestra condición femenina.
¿A qué edad fue tu primer amor? 😉
Hasta la semana que viene.
Besos
Montse - Preciosas fotos!!! El texto divertidisimo!! Eres una artista rocío!!
Rocio - Jejeje…muchas gracias, corazón!! <3
Cecilia - Hola Rocío!! Recién hoy puedo felicitarte por el cambio de look!! Muy pero muy lindo y bien organizado. Quedó genial como la modelo del post!! Besos.
Rocio - ¡Qué alegría verte de nuevo por aquí, Cecilia!, ¡cuánto tiempo!. Me alegra que te haya gustado el cambio. Besos