Aquí tienes unas pautas generales:
1. La ropa que os pongáis deber guardar una armonía cromática, es decir, usad los mismos tonos para todos los participantes. Si me quieres enviar fotos de lo que os vais a poner, yo encantada.
2. Nada de diferentes estampados y, a ser posible, evitad las rayas y cuadritos demasiado pequeños. Hacen un efecto moharé muy feo. Debe ser todo lo más neutro posible. El paisaje hace el resto.
3. Los colores que dan mejor en cámara son los tonos pasteles o neutros: rosa, celeste, azul, beige, verde claro, blanco…
4. Si es una sesión con niños, lleva un peine o cepillo. Se despeinan con una facilidad pasmosa y, si hace viento, apaga y vámonos.
5. Procura llevar toallitas húmedas y un botellín de agua. Se suelen cansar y, cuando se aburren, dicen que tienen sed o hambre. Qué te voy a contar que tú no sepas, ¿verdad?
6. Compra varios kilos de paciencia. No esperes que los niños se porten bien o posen como si fueran modelos. Son niños y, como tal, se comportarán bien, mal o regular. ¡No te preocupes! Yo ya tengo experiencia suficiente y no es bueno ponerse nervioso o forzar las cosas.
7. ¡Ah! En el caso de las niñas, quita restos de laca de uñas de manos y pies. Esto de…¡antes muerta que sencilla no queda bien en fotografía!